(Basado en el informe de la Real Academia de la Historia sobre la Primera Circunnavegación a la tierra)
Los hechos históricos objetivos que demuestran la españolidad oficial de la gesta marítima que culminó con la Primera Circunnavegación a la tierra -basándose en los documentos que existen sobre el acontecimiento- son los siguientes:
- Magallanes, natural de Portugal, sirvió a esta Corona participando en varios viajes al Índico. Las mismas Capitulaciones de Valladolid de 1518 así lo avalan, cuando el Rey Carlos I dice “por cuanto vos Fernando de Magallanes, caballero natural del reino de Portugal…”. Pero ya en 1517, Magallanes, enojado con D. Manuel de Portugal por no reconocer sus méritos, decide abandonar su país, dejar de servir a su Rey y viajar a España, concretamente a Sevilla, donde se instaló, contrajo matrimonio y desde entonces estuvo al servicio del Rey Carlos I, castellanizando su nombre portugués, Fernão de Magalhaes por Fernando de Magallanes. Y algo muy importante: cuando antes de partir la expedición dictó y firmó su testamento en el Alcázar de Sevilla, instituyó un mayorazgo en el que dejaba heredero a su hijo Rodrigo, nacido en Sevilla y, si éste falleciese sin descendencia, impone a su familia portuguesa que quien lo herede debería castellanizar su apellido, llevar sus armas y vivir en Castilla (España). Se considera por tanto un castellano más.
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El 18 de marzo de 1518 Magallanes viajó a Valladolid a presentar el proyecto de encontrar el paso a las islas de la Especiería, al Rey Carlos I. Firmó con él las Capitulaciones “(…) queriéndonos hacer señalado servicio, os obligáis descubrir en los términos que nos pertenecen son nuestros en el mar océano dentro de los límites de nuestra demarcación islas y tierra firme…” A cambio, D. Carlos se comprometía a sufragar la expedición y a concederle una serie de ventajas y nombramientos, entre ellos, nombrarlo capital general de la armada para lo que Magallanes debió rendirle Pleito- Homenaje y servir siempre los intereses de la Corona de Castilla, (España). Magallanes lo cumplió fielmente hasta su muerte.
La legislación que arranca de las Partidas y es recogida por las Leyes de Indias, imponía que todo caudillo de mar prestase a su rey Pleito-Homenaje y le rindiese pleitesía según uso y fuero de Castilla (España), convirtiéndose así, si no lo era ya, en su vasallo. Según la antigua costumbre, los vasallos de un rey o señor podían ser tanto los naturales como los que vienen a él o a su tierra … (Ley IV, Título 25, Partida 4). El marino se comprometía particularmente a defender hasta la muerte el estandarte real que habría de enarbolar su buque o su capitana de flota, bajo pena de muerte y nota de infamia.
- Las cinco naves de la expedición se equiparon y aderezaron en Sevilla a pesar de los muchos inconvenientes que pusieron en todo momento tanto el embajador de Portugal, Álvaro Da Costa, como el factor en Andalucía del rey portugués D. Manuel, Sebastián Álvarez, quienes intentaron por todos los medios que el viaje no se realizara. Ellos consideraban que se había entregado a una empresa española, por lo que calificaban a Magallanes como “renegado” y “traidor”. Como tal ha venido siendo considerado por buena parte de la historiografía portuguesa.
- El coste de la expedición estuvo sufragada de la siguiente manera: un 75% por la Corona castellana (España) y el otro 25% por un grupo de comerciantes burgaleses entre los que destaca Cristóbal de Haro, importante mercader en el comercio de las especias
- Carlos I nombró capitán de otras naves a destacados castellanos (españoles) de su confianza, como Juan de Cartagena, capitán la nao San Antonio o la Concepción, que capitaneaba Gaspar de Quesada.
- La flota partió de Sevilla el día 10 de agosto de 1519 hacia Sanlúcar, donde se incorporó Magallanes después de hacer testamento en el Alcázar de Sevilla, donde había vivido los dos años anteriores.
- Tras la muerte de Magallanes, se hicieron cargo de los dos navíos que quedaban una vez que llegaron a las Molucas, Juan Sebastián Elcano de la Victoria y Gonzalo Gómez de Espinosa de la Trinidad.
- Según los cronistas, el viaje de vuelta por el Índico, huyendo de los portugueses e intentando no aproximarse a sus enclaves, fue el más peligroso de toda la inmensa travesía, tanto por los fenómenos naturales como por la necesidad de evitar las aguas portuguesas.
- Después de sortear los peligros del Índico, así como el apresamiento de parte de la tripulación de la nao Victoria en las islas de Cabo Verde por parte de los portugueses, Elcano regresó a España. Llegó a Sanlúcar de Barrameda y luego, remolcados hasta Sevilla, desembarcaron 18 hombres de los 237 que aproximadamente partieron.
- Cuando Juan Sebastián Elcano llegó a Sanlúcar de Barrameda, lo primero que hizo fue escribir una carta a Carlos I, resaltando no las penalidades, ni el camino recorrido, ni el encuentro con las islas de la Especiería, sino el hecho de haber conseguido circunnavegar la tierra por primera vez en nombre del Rey Emperador.
- Los tripulantes de la Trinidad, apresados por los portugueses, no pudieron regresar hasta varios años después, cuando fueron liberados al pactar las coronas de Castilla (España) y Portugal un acuerdo sobre la posesión de las Molucas.
Con tales datos, absolutamente documentados, es incontestable la plena y exclusiva españolidad de la empresa.
La documentación más importante sobre el personaje de Magallanes y su hazaña se encuentra en el Archivo General de Indias, sobre todo en la Sesión Patronato de dicho archivo, aunque hay también bastantes documentos en Contratación, Contaduría e Indiferente General, la mayoría de ellos publicados. También, documentación de nuestro rico archivo de Protocolos relativa a personajes cercanos a Magallanes se publicaron por vez primera en el libro del Dr. Gil, “La emigración portuguesa a Sevilla. De los Braganza a Magallanes”, (Sevilla, Fundación Cajasol, 2009). También existe documentación sobre Magallanes y el viaje a la Especiería en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia y en otros diversos archivos.